08 diciembre, 2010


No pretendo ocupar todo tu corazón.
Ni estar siempre en tu mente.
No quiero que siempre te preocupes por mi.
Nunca te pedí que me acompañases a casa todos los días.
No pretendo que me quieras.
Ni que te acuerdes de cada detalle de las cosas que digo.
No pretendo que escuches cada una de mis tonterías.
Ni que me digas que es posible todo lo que quiero.
No te he pedido jamás que hagas el tonto sólo para hacerme reír.
Ni tampoco he pretendido nunca que encuentres solución a cada uno de mis problemas.
No te he pedido nunca que me animes cada vez que me equivoco.
Ni que me pidas perdón cuando te equivocas tú.
Nunca te pedí una gran reconciliación después de una gran pelea.
No pretendo que seas feliz sólo con verme feliz a mi.
Ni que me digas cientos de te quieros al oído.
Ni que me digas que estoy preciosa aunque en realidad estoy hecha un asco.
Tampoco he pretendido nunca que estés conmigo siempre.
Ni tampoco te he pedí que cada mañana me mandes un mensaje que diciéndome: "buenos días princesa".
Ni que me perdones cada vez que hago las cosas mal.
No pretendo que me esperes en la puerta de mi clase cada vez que salgo un poco tarde.
No te he pedido que te sepas mis canciones favoritas.
No necesito que me mandes mensajes recordándome lo mucho que te importo.
Ni que me digas cosas bonitas en inglés.
No pretendo que te enamores de mi.
Ni ser nadie importante en tu vida.
Ni que me recuerdes cada día que me necesitas a tu lado.

Sin embargo, haces todas y cada una de esas cosas, pero lo mejor de todo es que nunca te lo he pedido, y puede que eso sea lo que más me gusta de ti. 

1 comentario:

  1. *_______________________________________________________________________________________________________________________________________________*

    ResponderEliminar